El líquido se vierte sobre los restos del primer y segundo tanque siniestrados por tres helicópteros dotados de un artefacto que transporta en cada viaje dos mil 500 litros, de acuerdo con un reporte desde el lugar de la televisión cubana.
Agrega la información que la operación en marcha, calificada de muy compleja, se combina con otras acciones de aislamiento entre ellas la creación de barreras físicas como diques y trochas cortafuegos para impedir el avance del combustible derramado.
Durante la mañana se desarrolló una operación similar en la que participaron además avionetas conocidas como dromedarios que captan el agua del mar y la irrigan sobre las zonas calientes.
En cada viaje estos artefactos transportan alrededor de mil 500 litros de agua.
De acuerdo con el reporte se produjeron durante ese periodo de tiempo 89 viajes en correspondencia con la estrategia de enfrentamiento que persigue acorralar el fuego, bajar las temperaturas del ambiente y aplicar la espuma y otros productos químicos.
Cerca de la media noche del domingo el tanque número 51 de la zona de supertanqueros colapsó y vertió todo su combustible ardiendo, lo cual provocó que se incendiara el tanque 50, que esta madrugada perdió su tapa.
En tanto, el combustible que se esparció por una vasta zona hizo que los restos del tanque 52 -el primero en explotar el viernes último a causa de un rayo y que ya estaba apagado-, volvieran a incendiarse.
El cuarto tanque de la zona de supertanqueros se vació de combustible este domingo y presenta algunas afectaciones en la parte baja. Sobre él se riega agua para mantener temperaturas seguras.
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