El escenario resulta similar al sufrido en ese territorio a mediados de julio, cuando la sequía, las altas temperaturas y los vientos se combinaron para atizar las llamas, que arrasaron más de 20 mil hectáreas de pinos.
Al igual que durante los fuegos de hace unas semanas, la localidad de Landiras está muy afectada, con al menos 18 viviendas destruidas y más de cinco mil personas evacuadas.
Ante el regreso de los incendios forestales a Gironda, 600 bomberos estás movilizados para combatirlos, en un ambiente que calificaron de “muy desfavorable”, según declaraciones citadas por el canal BFM TV.
La progresión de las llamas es considerada inédita, al arrasar cinco mil hectáreas en las últimas 12 horas.
Francia lidia en este verano con una compleja situación, marcada por una sequía sin precedentes, que mantiene en alerta a sus 96 departamentos metropolitanos, y olas de calor como la que enfrenta la cara atlántica del país esta semana, con temperaturas de hasta 37 grados centígrados en Gironda.
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