El joven, con problemas psiquiátricos y procedente de Senegal, será despedido hoy con una ceremonia en una mezquita, a la que seguirá una manifestación convocada bajo el lema de «Justicia para Mohammed», tras varias concentraciones similares en días anteriores.
Un agente, de 29 años, mató el pasado lunes al adolescente con cinco disparos de su rifle semiautomático, que impactaron en el torso y en la cara de la víctima.
El hecho ocurrió cuando fuerzas de seguridad acudieron al centro para menores no acompañados, en el que residía el senegalés, quien recibió el alta médica de un hospital psiquiátrico el día anterior.
Una llamada previa de un empleado alertó a la Policía tras supuestas expresiones suicidas del joven, quien portaba un cuchillo, según la prensa local.
Los agentes aludieron defensa propia, pero aun se investiga si el joven se mostró amenazante y la fiscalía abrió una investigación contra el efectivo que realizó los disparos.
El grupo parlamentario socialdemócrata en el Parlamento regional de Renania del Norte-Westfalia pidió al ministro del Interior de ese estado, el conservador Herbert Reul, que informe sobre el caso.
Desde el partido los Verdes surgieron acusaciones de racismo contra la Policía y el político local de esa formación Jaques Armel Djiné, de origen camerunés, declaró haber sido objeto con gran frecuencia de “controles aleatorios”.
Varios criminólogos expresaron su incomprensión por el uso de rifles semiautomáticos por parte de los agentes del orden público y abogaron por mejorar el entrenamiento que reciben los policías para enfrentar ese tipo de situaciones.
El adolescente senegalés es la cuarta persona que muere en un operativo policial en lo que va de año en de Renania del Norte- Westfalia.
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