En un comunicado, la autoridad precisó que la muerte se produjo entrada la noche del viernes en el hospital de Lyon Sud como consecuencia de las heridas, deceso que atiza la polémica por el uso de armas de fuego por la policía, aunque pesquisas preliminares parecen ratificar la tesis de la legítima defensa esgrimida por los agentes actuantes.
Con las dos víctimas fatales durante el control, el conductor de 26 años y su acompañante de 20, suman al menos cinco las reportadas en circunstancias similares este año en Francia, después de que el 24 de abril un oficial con un rifle de asalto ultimara a dos personas y una mujer falleciera el 4 de junio a bordo de un automóvil en fuga, ambos casos en París.
De jueves para viernes, cuatro agentes en patrullaje decidieron revisar un vehículo estacionado en Vénissieux, en las afueras de Lyon, al estar señalado como robado, pero el chofer arrancó para escapar e impactó a uno de los policías, lo cual provocó el uso de las armas de servicio.
Los disparos alcanzaron a los dos ocupantes, el acompañante murió en la escena y el conductor fue alcanzado en la cabeza.
La Inspección General de la Policía Nacional, un órgano de control interno, detuvo como parte de las investigaciones a los dos uniformados que dispararon, pero los liberó ayer.
Según el fiscal actuante, las primeras pesquisas sugieren que los agentes utilizaron sus armas en legítima defensa, aunque esto aún debe corroborarse.
Las leyes en Francia establecen el empleo de armas por las autoridades “en caso de absoluta necesidad y de manera estrictamente proporcional” y recogen el amparo del mismo si la vida es amenazada en situaciones como el uso de un automóvil para atacar.
En junio la polémica escaló cuando el líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, escribió en Twitter “la policía mata”, tras el incidente en el que perdió la vida la pasajera de un automóvil cuyo conductor no se detuvo ante la orden de los uniformados.
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