El documento fue elaborado por el Grupo Interparlamentario de Amistad con Cuba y presentado en sesión plenaria por el presidente de ese equipo, Blasco Luna, quien mocionó la aprobación del texto.
El bloqueo dificulta el desarrollo de la hermana República de Cuba, compromete la obtención de recursos y limita seriamente la obtención de alimentos y medicinas, apuntó Luna y añadió que el objetivo de esa política estadounidense es querer causar inestabilidad política y social, mediante la generación de dificultades económicas en el país caribeño.
Según precisó, el documento busca que el dignatario, Guillermo Lasso, y la cancillería mantengan la posición histórica de Ecuador y vote a favor de la resolución que presenta Cuba anualmente en la Organización de las Naciones Unidas para poner fin al cerco de Washington.
Más de una decena de legisladores intervinieron durante el debate, que se extendió por más de una hora en la sede de la Legislatura en esta capital y acabó con el voto favorable de 75 asambleístas a la resolución.
“El bloqueo contra Cuba es el más largo en la historia de la humanidad, la expresión más elevada de una política cruel e inhumana carente de legalidad y diseñada para dañar a la población que ha sufrido sus nefastas consecuencias y al mismo tiempo ha resistido de pie”, aseveró Ana Herrera.
La representante de la alianza Unión por la Esperanza (UNES), también hizo referencia a la ayuda ofrecida a esta nación andina por personal médico cubano, que llegó a rincones recónditos.
De su lado, Joel Abad, de Pachakutik, describió esa política del país norteño como “inhumana, cruel en grado supremo y sin precedentes”.
“El cerco económico en contra de Cuba es una grosera violación a la carta de las Naciones Unidas, que garantiza en su documento constitutivo el derecho de todos los pueblos del orbe a precautelar su libre autodeterminación”, enfatizó. Mientras, Lenin Lara, también de UNES, afirmó: “el Ecuador tiene plena libertad y esa vocación histórica de solidaridad con los pueblos del mundo que son marginados. No nos la pueden arrancar”.
Otros legisladores coincidieron en que la mayoría de las naciones del mundo respaldan a Cuba y su derecho a elegir su camino y a hacer respetar su soberanía e independencia, sin injerencia extranjera, así como en el llamado de la resolución a poner fin inmediato al bloqueo y sin condicionamientos.
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