Durante un encuentro en el Palacio de la Revolución (sede del Ejecutivo), para evaluar la marcha de los preparativos de esa tarea, el mandatario cubano conoció detalles sobre las acciones implementadas con el propósito de iniciar la recuperación cañera del país.
En el intercambio, enlazado por videoconferencia con los 13 territorios implicados en la zafra, se pasó revista a la implementación del nuevo concepto para planificar la zafra.
Según apuntó Julio Andrés García, presidente del Grupo Azucarero Azcuba, se trata de planificar la zafra para que esta sea objetiva, flexible y, aunque pequeña, con buenas prácticas, concentrando los recursos en menos centrales para lograr mayor eficiencia.
García destacó la importancia de sustentar las tareas en el financiamiento real disponible, y bajo el principio de garantizar el consumo interno y obtener derivados de esa producción, como alimento animal, alcoholes y mieles que permitan un plan de exportaciones en dependencia de los precios en el mercado.
Afirmó que el plan se enfocará en un nuevo modelo de negocios donde la planificación sea financiera y no solamente enfocada en los volúmenes productivos, priorizando la economía circular, así como el modelo de ciencia e innovación.
Informó, asimismo, que deberán molerse seis millones 574 mil toneladas de caña y producir 455 mil 198 toneladas con destino a la canasta familiar y otros consumos de la economía como el turismo, medicamentos, producciones industriales y para la exportación.
Por su parte, el viceprimer ministro Jorge Luis Tapia precisó que resulta imprescindible rescatar la disciplina en los procesos, así como certificación de calidad de las reparaciones por parte de los equipos técnicos de Azcuba.
Consideró esencial que los trabajadores dominen cuánto van a ganar cada día, cada semana, a partir de las tareas principales, y que sientan que si el central no muele sus resultados económicos no van a ser buenos, porque ya se aclaró que este año no habrá más subsidios por pérdidas en el sector.
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