Cifras preliminares advierten que la mayor cantidad de estos fenómenos (11) ocurrió en el territorio de la provincia Artemisa (en el occidente del país) y en su conjunto dañaron 33,98 hectáreas, entre bosques naturales y plantados, informó el departamento de manejo del fuego de esa institución.
Según explicaron a la Agencia Cubana de Noticias, las otras provincias afectadas fueron Pinar del Río, Mayabeque, Matanzas, Villa Clara, Sancti Spíritus, Camagüey y el municipio especial Isla de la Juventud.
El CGC alertó sobre la temprana aparición de estos fenómenos, cuyos riesgos pueden extenderse durante todo el primer trimestre cuando deben ser más intensos y propagarse con mayor rapidez debido a la sequía y a la carga de material combustible (maleza y arbustos menores en la parte baja de las zonas boscosas).
Otro elemento que desencadena un siniestro de este tipo, en más de un 90 por ciento de los casos, es la acción negligente del hombre, señalan los expertos.
Estimaciones de estos especialistas prevén la ocurrencia de unos 320 incendios de esta índole hasta el 31 de mayo, cuando concluye el período crítico por estos fenómenos en la nación caribeña y comienza la etapa de lluvia.
Precisamente hasta esa fecha se extiende la XXV campaña nacional de protección contra incendios forestales que comenzó a principios de enero.
Esta campaña posee una estrategia y programa nacional de gestión y manejo del fuego en los bosques para el período 2018-2025.
Según datos oficiales, en 2020 hubo 504 incendios en Cuba que dañaron cinco mil 343,68 hectáreas, a razón de 10,60 por cada uno de ellos en el país.
Especialistas señalan que desde 1996 hasta la actualidad se mantiene la tendencia al incremento de la ocurrencia de estos siniestros en el territorio nacional, por lo cual resulta decisivo manejarlos en los límites permisibles para su disminución y lograr la menor cantidad de superficies impactadas.
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