En el hotel Copacabana, donde el estallido de un artefacto explosivo el 4 de septiembre de 1997 segó la vida de Fabio, a sus 32 años, se recordó el hecho, perpetrado como parte de la estrategia de Estados Unidos destinada a frenar el desarrollo turístico en la isla.
La historia de la Revolución cubana ha estado marcada por incontables y variadas acciones terroristas, diseñadas por grupos anticubanos que operan impunemente en Miami, desde hace más de seis décadas, señaló el presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, Fernando González, en las palabras centrales de acto.
Afirmó, asimismo, que esos planes violentos son perpetrados en los más diversos ámbitos; militar, económico, biológico, diplomático, psicológico, mediático, de espionaje, sabotajes, e incluyen intentos de asesinato contra líderes, y han ocasionado la muerte de tres mil 478 personas.
El homenaje a Fabio se extendió a Giustino Di Celmo, su padre, quien falleció el 1 de septiembre del año 2015.
Asistieron a este acto, además, trabajadores y directivos de la instalación turística, representantes del Partido Comunista e instituciones cubanas, así como el embajador de Italia en La Habana, Roberto Vellano; Livio Di Celmo, hermano de Fabio, y nacionales de ese país europeo residentes en la isla.
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