El médico nacido en Yaguajay, central provincia de Sancti Spíritus, llegó a Managua casi junto a las tropas del Frente Sandinista de Liberación Nacional que derrocaron al tirano Anastasio Somoza el 19 de julio de 1979.
Solo seis días más tarde, el 25, la mañana de un miércoles, recuerda, formó parte del grupo de 60 trabajadores de la salud llegados a bordo de una viejo avión Britania que integraron la vanguardia de la colaboración médica cubana en la Nicaragua sandinista.
La tarde del pasado domingo, luego de haberle puesto sabor de lechón asado y yuca con mojo a la Feria Cultural contra el bloqueo de Estados Unidos contra su país natal, De los Reyes subió a la tarima de la capitalina Plaza de los Colores.
En una actividad solidaria dedicada a denunciar la política de la administración estadounidense sobre Cuba -que calificó de genocida- lo más normal para un reportero es preguntar sobre las esencias del bloqueo.
Hombre, el bloqueo es nefasto, criminal, lleva a Cuba contra la pared, dijo José a Prensa Latina mientras se disponía a subir a la tribuna del acto, para predicar con ejemplo, meter la mano en el bolsillo y que las jeringas necesarias en su patria por él no esperen.
Por eso, en esa ocasión anunció que donaba una parte sustancial de las ganancias de su jornada gastronómica para la campaña de comprar un millón de jeringuillas con destino a la vacunación contra la Covid-19 en la Isla.
Conseguir jeringas para vacunar a todos los cubanos, podemos hacer mucho más, pero de momento eso es lo más perentorio porque necesitamos que toda muestra población este vacunada, te lo dice un médico, y por más señas epidemiólogo, comentó.
En Cuba tenemos todo el conocimiento, la tecnología y la infraestructura para vacunar a la totalidad de los ciudadanos y lo vamos a lograr antes de que termine este año, aseguró De los Reyes con la mayor convicción posible.
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