De acuerdo a los datos presentados, la producción total se espera que alcance 44 millones de hectolitros, a pesar de la excepcional sequía sufrida en la primera mitad del año que ha hecho rebajar los niveles de producción en regiones como Alsacia y Languedoc-Rosellón.
“La falta de lluvias de la primavera y las altas temperaturas del verano redujeron los volúmenes previstos en varias cuencas”, dijo el comunicado, “sin embargo, tras la bajísima cosecha de 2021, se espera que la producción vuelva a aumentar en un año en casi todas las cuencas vitivinícolas”, añadió.
En Champagne, región donde se produce la mayor parte del universal vino espumoso, las perspectivas son especialmente favorables, ya que se espera que la producción casi se duplique con respecto al año pasado, gracias a las lluvias registradas en junio.
En todo caso la previsión revisada del Ministerio es un tres por ciento superior a la media de los últimos cinco años.
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