“Ante la escasez de vacunas y sin un tratamiento eficaz, se deben intensificar los esfuerzos para prevenir la propagación del virus en la región. Tenemos los medios para desacelerar a este virus», aseguró Etienne.
La OPS considera que la vacuna es una herramienta de ayuda, pero no resolverá los problemas definitivos, y de materializarse una campaña de inmunización, debería ser aplicada a los grupos de mayor riesgo en primer lugar.
Este miércoles, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que 52 mil 997 personas enfermaron con la viruela del mono en el planeta desde enero del año en curso.
Hasta la fecha, la presentación clínica de los casos de viruela del simio asociados con este brote es variable. Muchos casos en este brote no se presentan con el cuadro clínico descrito clásicamente para la viruela del simio (fiebre, ganglios linfáticos inflamados, seguidos de una erupción centrífuga en evolución).
Las características atípicas descritas incluyen presentación de solo unas pocas o incluso de una sola lesión, lesiones que comienzan en el área genital o perineal/perianal y no se extienden más.
“La presentación clínica generalmente se describe de leve y la mayoría de los casos tienen lesiones en los genitales o en el área perigenital, lo que indica que la transmisión probablemente ocurrió por contacto físico cercano durante las actividades sexuales”, subraya el informe del Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Puntualiza que la etapa de incubación de la viruela del mono suele ser de seis a 13 días, si bien puede oscilar entre cinco y 21 días, y lo más importante es que afecta a cualquier ser humano.
Dicha enfermedad es una zoonosis viral, endémica de zonas remotas de África central y occidental, que produce síntomas parecidos a los observados en la viruela humana en el pasado, aunque con manifestaciones menos severas, especificó la OMS.
La infección se produce por contacto directo con la sangre, los líquidos corporales o las lesiones de la piel o las mucosas de animales contagiados y todavía no existen tratamientos ni vacunas específicas contra la afección
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