Que los más jóvenes puedan entender a Leal, aprender con él porque así lo hicimos y reciban su libertad de pensamiento, ha sido el propósito declarado por Resik, directora de Comunicación de la Oficina del Historiador, en diálogo con Prensa Latina.
Más de 20 años de guía inmejorable, admiración y enseñanza continua permanecen en las páginas del texto que presenta entre imágenes, anécdotas y no pocas interrogantes al “hombre enérgico, perspicaz y de profundas convicciones humanistas que conocí».
Para la también vicepresidenta de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, este libro sobrepasa los límites de lo profesional al contemplar de primera mano cómo Leal obró no solo con el renacer de una urbe, también esa profunda riqueza y los placeres de su inteligencia, resaltó.
“Su compromiso mayor -contra lo que no fue nunca- era Cuba”, confirma repetidamente la discípula, quien sale airosa del complejo ejercicio de interpelar a Leal, descrito en su prólogo como un padre, y uno de los tribunos más dotados de nuestro país en todos los tiempos.
¿Qué representa La Habana para Leal? ¿Por qué la capital estuvo a punto de perder su identidad? ¿Cuál es el museo que aún sueña fundar? Estas y otras interrogantes figuran en la obra de la doctora en Artes por la Universidad de Granada, testigo y cómplice de su entrevistado.
La también Premio Nacional de Periodismo Cultural José Antonio Fernández de Castro no extravía el camino trazado por su mentor al perfilar desde ya la colección El Historiador, una labor editorial que permitirá a las nuevas generaciones de cubanos acercarse a su oratoria.
“Leal publicó algo de su obra en vida y, junto a él, trabajamos algunos de sus discursos más trascendentales, sus palabras dichas para inaugurar exposiciones o los textos que dedicó al Héroe Nacional José Martí, advierte.
El gestor cubano trasmitió parte de su invaluable sapiencia a través de sus programas radiales Tribuna del Historiador y Andar La Habana, dos joyas que su equipo de trabajo busca rescatar del sonido para plasmar en letra impresa.
Como eminente orador, hay mucho material inédito suyo. Debemos recopilar toda su obra y su pensamiento en antologías. Pensamos reunir sus intervenciones sobre la religión en Cuba. Ya iniciamos con el libro consagrado a su relación con México, que fue intensa y muy cordial, puntualizó.
El empeño editorial incluye, además, el abordaje de su vínculo con el líder de la Revolución, Fidel Castro, desde distintas facetas y registrar sus numerosas disertaciones en torno a la figura del padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes.
LEAL, EJEMPLO PARA LATINOAMÉRICA
Que las ciudades no se hacen para contemplarlas desde la belleza hedonista ni para vivirlas desde la riqueza extrema es una de las enseñanzas concebidas por Leal que los latinoamericanos no debemos olvidar, consideró Resik.
La discípula del doctor en Ciencias Históricas vuelve la mirada atrás en el tiempo y reconoce que Leal fue un amante de Latinoamérica y su historia. Era capaz de ofrecernos una lección de historia y de conversar con cualquier latinoamericano sobre su país, como si hubiera nacido allí.”
Tengo el testimonio de muchos peruanos, argentinos, mexicanos, que cuando Leal les hablaba de sus ciudades y culturas, quedaban asombrados por el conocimiento temprano que poseía sobre el continente, dijo.
“Para Latinoamérica también aportó un modelo de gestión y salvaguarda del patrimonio que es muy importante seguir”, abocado a conservar lo material e inmaterial en su justa dimensión y desde el rescate de las tradiciones que singularizan a los pueblos de este hemisferio.
En palabras de Resik, lo soñó en función de las personas porque fue un hombre muy humilde, que nunca olvidó su origen, su infancia de hambre e imposibilidad de estudio, de ahí su pasión por la educación.
Al respecto, la periodista hace suya la elocuencia del historiador, estudioso de “esos grandes aros de pobreza que suelen acompañar al subdesarrollo y quien confiaba que, para las sociedades nuestras -preteridas y saqueadas-, había un futuro, una esperanza.»
Recuerda, entonces, su amistad con figuras de gran estatura política en la región como el presidente de la República Bolivariana de Venezuela y amigo de Cuba, Hugo Chávez, contemplada de manera extraordinaria en uno de los capítulos del volumen a cargo de la editorial Ocean Sur.
Fue un hombre que veneró la poesía, la música, las tradiciones latinoamericanas, el propio Centro Histórico de La Habana es testigo al albergar tantas casas consagradas a la cultura regional e incontables embajadores, personalidades y amigos del continente también han visto con sus propios ojos que otra realidad es posible para Cuba y para Latinoamérica, concluyó la especialista.
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