Los diplomáticos se interesaron por la labor restauradora desplegada por el equipo técnico de la Oficina del Historiador de La Habana, la cual lleva a cabo la recuperación del inmueble religioso que devendrá en un centro especializado, ecológico y formativo para jóvenes cubanos.
En este sentido, Anne Lemaistre, directora de la Oficina regional de Cultura para América Latina y el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), precisó como meta principal el fortalecimiento de las capacidades de los jóvenes en las industrias creativas y culturales.
La obra en ejecución, prevista a concluirse en 2023, involucra el rescate total del inmueble gracias a la donación de un financiamiento superior a los cuatro millones de dólares y más de 250 mil toneladas de materiales o equipamiento sofisticado como insumos de protección, herramientas y madera.
Para la embajadora de la Unión Europea en Cuba, Isabel Brilhante, se trata de una colaboración muy fructífera entre los organismos internacionales que busca consolidar las alianzas e integración regional.
Ubicado en el corazón de La Habana Vieja desde 1603, el Convento de Santa Clara reabrirá sus puertas además al espacio expositivo donde se muestra su historia, la maqueta y varios restos arqueológicos atesorados, producto de los trabajos constructivos posteriores al triunfo de la Revolución.
La cultura, el arte y el patrimonio representan un espacio de encuentro entre Cuba, Europa e Italia, refirió el embajador italiano en La Habana, Roberto Vellano, en referencia al apoyo complementario de un millón de euros que ofrece su país a la recuperación del más antiguo convento de la isla.
Por su parte, la directora adjunta de la Oficina del Historiador, Perla Rosales, recordó el lanzamiento del programa por los 500 años de la capital cubana realizado en ese mismo recinto por el fallecido historiador Eusebio Leal, a quien se le dedica toda la labor patrimonial desplegada hoy en el Centro Histórico.
Durante la visita guiada, los asistentes conocieron los diferentes espacios de la antigua edificación religiosa, cuya reestructuración dará acceso a talleres de docencia y participación comunitaria en sus 12 mil 600 metros cuadrados.
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