El vicepresidente del gremio, Martin Burkert, declaró a medios locales que la escasez de trabajadores calificados supone que los trenes no estén disponibles a tiempo.
Millones de horas extras no pueden compensar las cancelaciones de viajes que suceden casi a diario, agregó.
En los últimos tres meses menos del 60 por ciento de los trenes de larga distancia fueron puntuales, según estimados gubernamentales.
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