Como se esperaba, el cubano dispuso de su contrincante sin mayores contratiempos y de esa forma concluyó su excelente actuación en el evento al cual asistieron cinco grandes maestros y un importante número de ajedrecistas del patio.
Quesada obtuvo ocho puntos de nueve posibles, lo que dice mucho de su forma y de como encaró un torneo en el cual él era uno de los favoritos y concluyó elevando su ELO hasta dos mil 598.
Detrás del trebejista de la isla se ubicaron los grandes maestros, Alejandro Ramírez de Estados Unidos con 6,5 puntos; Fernando Peralta de Argentina con seis; Manuel León de México y José Fernando Cuenca de España con 5,5, y cerró la avanzada el dominicano Josué Araujo con cinco.
Una vez concluida la jornada, Prensa Latina conversó con el afamado ajedrecista que con su característica sencillez y jovialidad, se mostró muy contento por el resultado alcanzado.
Fue un torneo un poco complicado, dijo, “con algunas partidas tensas sobre todo la que sostuve con Cuenca, la cual se decidió en apuro de tiempo y si perdía me podían empatar en el primer puesto, pero fue un excelente torneo y ya le dije al presidente de la Federación dominicana que el próximo año sería el primero en venir”.
Asimismo, Quesada manifestó que con este resultado sumó dos puntos al ranking, llegó a dos mil 598, su récord personal y está próximo a entrar en el prestigioso club de los dos mil 600.
“Tuve un año fabuloso, que me prepare bastante, pero no me esperaba tantas cosas, ahora toca descansar algo, pues llevo muchos torneos seguidos, y quizá juegue a fines de año en México”, apuntó.
Agradezco los mensajes recibidos durante el torneo de la afición dominicana y cubana mandándome buenas vibras, concluyó.
De esta forma llegó a su fin el clásico que tuvo como sede el Auditorio de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, el cual a decir de los participantes, exhibió una excelente organización y brindó a los jugadores todas las atenciones necesarias con una logística a la altura de los grandes torneos.
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