En una declaración, a nombre de la sociedad civil cubana, la ACNU lamenta la ausencia de progreso en materia de desarme, en particular, debido a la falta de cumplimiento de las obligaciones y compromisos adquiridos por los Estados poseedores, en virtud del Tratado de No Proliferación de las Armas Nucleares.
Sin embargo, acoge con beneplácito la entrada en vigor del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, el 22 de enero de 2021, texto que contribuye a la paz y la seguridad internacionales.
La Asociación expresó profunda preocupación ante la actual situación internacional signada por las contradicciones entre las principales potencias a nivel global, y el peligro latente de una confrontación a nivel planetario.
Asimismo, instó a la comunidad internacional a continuar fomentando el establecimiento de zonas libres de armas nucleares y a realizar actividades encaminadas a vigorizar los esfuerzos contra el desarrollo y proliferación de estos medios de destrucción masiva.
Igualmente, pidió que los cuantiosos recursos que se emplean en la fabricación y la modernización de los arsenales nucleares se desvíen hacia acciones del desarrollo económico y social, en particular de los países en vías de desarrollo.
La ACNU, defensora de los propósitos y principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, de las normas del Derecho Internacional y comprometida con las causas justas de los pueblos, ratificó en el documento su misión de continuar el trabajo a favor del objetivo común de lograr un mundo libre de armas nucleares y de preservar la paz.
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