Eduardo Hernández, de 60 años de edad, comentó a Prensa Latina que nunca antes sintió un meteoro de tal magnitud, y “he vivido varios para comparar”, agregó.
Según Eddy, como lo llaman familiares y amigos, este evento climatológico, de categoría tres en la escala Saffir-Simpson de un máximo de cinco, destruyó y sacó de raíz árboles de aguacate y de mango.
Tenemos construcciones afectadas, se observan daños como los causados por “una palma sobre el techo de una casa cercana” y el viento aún es fuerte, relató este vecino de la avenida Rafael Ferro, popularmente conocida como carretera a La Coloma.
Contó además que en su patio apareció un tanque metálico de 55 galones (unos 207 litros) de capacidad, y no “sabemos cómo llegó, fue la fuerza del ciclón, sin dudas”.
Por otra parte, Rosana Acosta, quien también vive aquí, tuvo impresiones similares a las emitidas por Hernández.
Durante mis 40 años de existencia, nunca había visto algo como esto, pasamos la noche sin dormir y muy preocupados por los posibles perjuicios, manifestó.
Imágenes compartidas por usuarios de redes sociales muestran, además, el panorama de destrucción debido al azote de este fenómeno natural.
A las 9:00 hora local, el centro de Ian fue estimado en los 22.8 grados de latitud Norte y 83.6 grados de longitud Oeste, con vientos máximos sostenidos de 205 kilómetros por hora, reportó el Instituto de Meteorología.
De acuerdo con la fuente, su presión mínima central descendió a 950 hectoPascal y se mueve rumbo al norte a 19 kilómetros por hora.
Ian es el cuarto evento de este tipo de la actual temporada ciclónica en el Atlántico, que oficialmente va del 1 de junio al 30 de noviembre.
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