El informe “Envejecimiento en Chile, evolución y características de las personas mayores” muestra un incremento progresivo de este grupo etario en las últimas décadas.
Si en 1992 los de la tercera y cuarta edad equivalían al 9,5 por ciento del total de habitantes, en 2022 aumentaron a 18,1 y para el 2050 se espera alcancen al 32,1.
Esto se debe, indica el documento, a la persistente baja en los niveles de fecundidad, la reducción de la mortalidad en las edades tempranas y a una mayor esperanza de vida, que en tres décadas llegará a 85 años.
Por el contrario, señala el INE, el porcentaje de personas menores de 15 años continúa en descenso. En 1992 conformaban el 29,7 por ciento de la población, en 2022 bajaron a 18,9 y se proyecta para 2050 un descenso hasta 14,2.
“El avance sostenido de la cantidad de personas mayores implicará profundos cambios en la composición y estructura de la población del país”, advierte el INE.
Ello –dice- provocará modificaciones importantes en las relaciones de dependencia, impactando en los mecanismos de sostenibilidad, protección, seguridad social y cuidados que serán necesarios fortalecer en el contexto de una sociedad más envejecida.
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