La televisión nacional ofreció detalles de un espectáculo protagonizado este viernes por una decena de personas en la barriada capitalina de la Habana Vieja con el pretexto de llegar hasta el domicilio del contrarrevolucionario Luis Manuel Otero Alcántara.
El objetivo esgrimido fue pedirle que desistiera de la huelga de hambre en la que supuestamente permanece desde hace una semana.
Siguiendo las directrices del manual de guerra no convencional de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, los provocadores se situaron cerca de una cola para garantizar la presencia de público, apuntó el despacho.
De acuerdo con esa fuente, el protagonista principal de esa acción ha sido advertido por conducta antisocial, y procesado por los delitos de actividad económica ilícita, receptación, hurto, apropiación indebida y robo con violencia en las personas, entre otros.
Ese reporte televisivo divulgó, además, una conversación telefónica donde un cubano residente en San Antonio, Texas, ofrece dinero a otras dos personas participantes en esos hechos para garantizar el sostenimiento de las acciones.
Denunció, asimismo, que televisoras de Miami manipularon ese incidente para presentarlo como una muestra del clamor popular y acusar a las autoridades de violar los derechos civiles.
Especialistas y medios de prensa coinciden en que la búsqueda de reacciones dentro y fuera de Cuba, el uso de las redes sociales para incitar a la desobediencia civil y la divulgación de noticias falsas son parte del guion de golpe blando contra la isla.
Estados Unidos informó recientemente gastos por más de 261 millones de dólares en proyectos de subversión contra la isla desde 1990 hasta este año.
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