Según la ministra para la Transición Ecológica Agnès Pannier-Runacher alrededor de uno de cada cinco establecimientos suministradores presentaba ayer la falta de al menos un producto, situación más complicada en el norte del país, con el doble de estaciones en dificultades.
La falta de combustible y la preocupación de los automovilistas, temerosos de una crisis de aprovisionamiento en medio del impacto energético del conflicto en Ucrania, condujo en departamentos como Norte, Paso de Calais y Somme a prohibir que se llenen bidones de gasolina o diésel.
Por su parte, en Vaucluse la Prefectura ordenó a partir de este sábado un límite de 30 litros por consumidor particular y 120 para profesionales en vehículos de más de 3,5 toneladas.
En Aisne se decidió priorizar en las estaciones a personal de servicio de urgencia y a otros vinculados a la seguridad y la salud.
Según autoridades, la situación no se resolverá hasta el martes o el miércoles de la semana entrante.
Las huelgas de trabajadores que reclaman mejoras salariales impacta a tres refinerías de las empresas Esso y Total Energies.
El presidente Emmanuel Macron pidió la víspera evitar el pánico y anunció la movilización del Gobierno y el avance de negociaciones con los huelguistas.
Por su parte, el ministro delegado de Transporte Clément Beaune señaló que camiones-cisterna serán autorizados excepcionalmente a circular el domingo, y que pudieran liberarse reservas estratégicas de Francia para aliviar la crisis.
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