En su discurso ante la plenaria de la 215 Sesión de Consejo Ejecutivo del ente multilateral, la representante permanente instó en esta capital a trabajar por la paz con determinación y obstinada persistencia, en un escenario global en el cual consideró a prueba el mandato de la Unesco de velar por la paz.
“Ese mandato cobra más sentido aún en los tiempos turbulentos que corren, donde las palabras parecen no alcanzar, y donde solo un puñado de esperanza en forma de poesía podría salvarnos”, sentenció Ovelar.
Para culminar, cantó un fragmento del tema de Silvio Rodríguez Venga la esperanza, en un momento tan inesperado como emocionante en la sede de la organización.
“Venga la esperanza, pase por aquí, venga de 40, venga de 2000, venga la esperanza de cualquier color, verde, roja o negra, pero con amor”, entonó seguida de una cerrada ovación.
La embajadora de Paraguay afirmó sentirse en la necesidad de defender la esperanza, tras el llamado de la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, a mantenerla.
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