Gabriela Cultelli, activista del Comité Antimperialista Uruguayo de Solidaridad con Cuba y los Pueblos del Mundo, denunció en entrevista con Prensa Latina que el Banco de la República, de Uruguay, no transfirió a La Habana fondos recolectados aquí para ayudar a la nación caribeña en la recuperación de daños por el huracán Ián.
El argumento fueron las medidas de castigo que impone Washington, con las cuales pretende asfixiar a los cubanos, subrayó.
Los recursos fueron entregados simbólicamente a la embajadora cubana Zulán Popa el pasado 8 de octubre, en ocasión de un acto en homenaje al comandante Ernesto Che Guevara ante el busto que le recuerda en el Cerro de Montevideo.
“Y aquí apareció de nuevo el bloqueo”, fustigó, pues a su nombre fue imposible hacer la transferencia desde nuestro propio banco”.
Pero van a llegar pronto a La Habana, desde otro lugar, y estarán disponibles como parte de nuestra cooperación, aseguró.
Gabriela Cultelli subrayó que su pueblo ha sido históricamente solidario con la causa de la Revolución cubana, incluso antes de la creación del Comité.
Y añadió que así se repitió cuando la isla antillana enfrentaba, bajo el bloqueo reforzado, a la pandemia provocada por la Covid-19.
Para entonces enviamos medio millón de jeringuillas, rememoró.
Explicó que en esos esfuerzos participan las organizaciones integradas en el Comité, donde ella representa al capítulo uruguayo de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad.
Explicó que en el Comité hacen vida las principales organizaciones de la izquierda uruguaya sumadas en el Frente Amplio.
También están representados la PIT-CNT, central sindical única; la Federación de Estudiantes Universitarios y la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda de Ayuda Mutua (que agrupa a miles de familias).
Crysol, asociación de expresas y expresos políticos; Mundo Afro y la Federación Sindical Mundial se suman a la lista junto a la asociación de médicos egresados en el país antillano y EconomíaPolítica.uy.
Y Cultelli vuelve a arremeter contra el cerco económico, comercial y financiero que por más de 60 años ejerce Estados Unidos contra Cuba.
Augura que en noviembre «los pueblos del mundo alzarán sus voces contra esa política», cuando por trigésima ocasión la Asamblea General de las Naciones Unidas vote una propuesta de resolución cubana al respecto.
Será un grito unánime, afirmó, porque no cuentan los promotores de esa práctica criminal, acotó en referencia al gobierno estadounidense.
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