Las brigadas solidarias de electricidad y telecomunicaciones del resto de las regiones del país asumieron el llamado del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, cuando pidió unir fuerzas para resarcir los daños
La población pinareña labora intensamente en las producciones agrícolas, sobre todo las plantaciones de plátanos severamente afectadas por Ian, así como en las casas y cultivos del tabaco.
En reciente visita del mandatario al territorio más occidental, la quinta vez que lo hace desde el 26 de septiembre cuando el huracán salió por la localidad de Puerto Esperanza, afirmó que Pinar del Río no está solo.
Durante su recorrido por los municipios de Consolación del Sur y Viñales, se preocupó por la situación actual de las personas, y del trabajo en las oficinas de trámites donde se recepcionan las planillas para otorgar los materiales de construcción de las viviendas dañadas.
En varios puntos del camino conversó con los pobladores que lo saludaban y le preguntaban por el inicio del curso escolar y la entrega de la canasta básica.
Las autoridades provinciales reconocen que falta mucho por hacer en Pinar del Río para recuperar la ciudad que vivió los fuertes vientos de Ian, y señalan que a esos empeños hay que unir fuerzas y voluntades individuales y colectivas con el fin de empujar un país que necesita de todos sus habitantes.
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