Vestido de frac en el majestuoso Teatro del Châtelet, en esta capital, el “Gato” escaló el Olimpo de la disciplina, después de varios meses de exquisito andar en las canchas y un liderazgo incuestionable en el equipo número uno del orbe, el Real Madrid.
Antes de tocar la gloria y poner a sus pies todo el universo futbolero, el afamado delantero, de 34 años, agolpó actuaciones memorables -tanto colectiva como individualmente-, y pocos menospreciaron su aspiración de besar el trofeo entregado por la revista France Football.
A saber, Benzema, quien sucede en el trono a Lionel Messi, fue campeón y Pichichi (máximo goleador) de LaLiga de España, rey de la Champions League de Europa y principal artillero de esa justa, además de sumar rendimientos notables en su regreso a la absoluta de su país.
Precisamente, el atacante del club merengue se convirtió en el primer exponente de su territorio en conseguir el premio desde Zinedine Zidane en 1998, poco tiempo después de coronarse en el mundial de Francia.
Detrás del gran vencedor de la noche parisina quedaron el senegalés Sadio Mané, el polaco Robert Lewandowski, el galo Kylian Mbapbbe, el egipcio Mohamed Salah, el croata Luka Modric, el brasileño Vinicius Jr., el noruego Erling Haaland y los belgas Kevin De Bruyne y Thibaut Courtois.
France Football otorga este premio todos los años desde 1956. Entre 2010 y 2015 fue denominado como FIFA Ballon d’Or, con cuatro a la vitrina del argentino Messi y dos para el portugués Cristiano Ronaldo, pero el máximo organismo del fútbol ya no está asociado al galardón.
Los cracks más laureados son los citados Messi (siete) y Ronaldo (cinco), al tiempo que Michel Platini (Francia), Johan Cruyff (Países Bajos) y Marco van Basten (Países Bajos) alcanzaron tres per cápita durante sus trayectorias.
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