Durante el espacio «Con luz propia» del Centro Fidel Castro, Aleida expresó que recuerda de su padre la capacidad de amar y su coherencia con lo que decía y pensaba.
Asimismio, precisó que era un revolucionario con una ética a prueba de bala.
En ocasión del aniversario 55 de la caída en combate del Che y sus combatientes, y los 25 años de la inhumación de sus restos, Guevara March manifestó que su papá «siempre ha sido mi ídolo».
Sobre el reto de las nuevas generaciones, acotó que tienen «el compromiso de ser mejores que los hombres y mujeres que nos precedieron, porque si ellos pudieron por qué nosotros no».
Insistió en que el hombre nuevo es un producto nunca acabado, y resaltó «principios básico que debemos mantener como es la educación, saber escuchar, aprender y respetar a todos los seres más humanos».
Distinguió el valor de la solidaridad y de convencer a las personas de las bellezas de la Revolución cubana.
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