En una conferencia de prensa realizada en la occidental Columbia Británica, el dignatario manifestó que el objetivo de la norma es eliminar los desenlaces letales causados por esos artefactos.
“Hemos congelado el mercado de las armas de fuego en este país. A medida que vemos cómo las agresiones continúan aumentando tenemos la obligación de tomar medidas”, dijo a una audiencia en la que se hallaban presentes familiares de víctimas de violencia armada.
El ministro de Seguridad Pública de Canadá, Marco Mendicino, calificó la acción como la más significativa tomada sobre el tema en Canadá en una generación.
La regulación fue anunciada en mayo pasado, y forma parte del proyecto de ley C-21 propuesto por los liberales, que aún se debate en la Cámara de los Comunes.
La aprobación de un paquete más amplio para el control de estos dispositivos permitiría además la eliminación automática de las licencias de las personas que incurren en violencia doméstica o en acoso criminal, así como aumentar las penas máximas por contrabando y tráfico de armas de 10 a 14 años.
Acorde con fuentes oficiales, a pesar de ser más baja que la de Estados Unidos, la tasa de homicidios con armas de fuego de Canadá es mayor en comparación con otros países de altos ingresos y ha ido en aumento.
Previamente, la oficina del primero ministro manifestó que las solicitudes enviadas antes del 21 de octubre para adquirir estos dispositivos seguirán siendo procesadas.
jcm/ifs