Un total de 16 entidades de ese tipo firmaron la misiva dirigida a los secretarios de Estado, Antony Blinken, y del Tesoro, Janet Yellen, las dos estructuras gubernamentales encargadas de la aplicación y el control de la política de asedio contra la nación caribeña, impuesta desde hace casi seis décadas.
Los firmantes exigieron que la Casa Blanca elimine a Cuba de la lista de naciones que según Washington auspician el terrorismo, medida rechazada por las autoridades de La Habana, y calificaron de desproporcionada esta inclusión, que a su vez restringe las posibilidades de asistencia humanitaria y la llegada de transacciones financieras al país.
Nuestras organizaciones tienen una larga historia de trabajo con la sociedad civil y las asociaciones religiosas cubanas, y a través de nuestros viajes, relaciones personales y comunicaciones frecuentes conocemos de primera mano sobre las dificultades que enfrentan los cubanos, señala el texto.
La política estadounidense no debe ocasionar daños ni sufrimientos a los cubanos y sus familias, que son los más afectados, agrega.
Según el documento, existe un número de cambios regulatorios y administrativos a disposición del Poder Ejecutivo ‘que pudieran mejorar la seguridad alimentaria, la vida de los ciudadanos y el desarrollo económico de Cuba, a la vez que apoyamos nuestros intereses de seguridad nacional’.
Nuestros homólogos de las iglesias y organizaciones similares en Cuba reportan que las sanciones económicas, comerciales y financieras impuestas por Estados Unidos y agravadas durante la administración de Donald Trump, se amplificaron a raíz de la pandemia de la Covid-19.
De acuerdo con el texto, esas acciones punitivas contribuyeron a hacer más severa la escasez de productos de primera necesidad, en particular alimentos, artículos para la higiene y las medicinas, además de que los pequeños negocios independientes y las iglesias se vieron fuertemente afectados.
A la vez, la imposición de restricciones en cuanto al envío de remesas agravó aún más la situación al cortar esta vía que los cubanoamericanos utilizan para ayudar a sus familiares en la isla, por lo que esta situación debe cambiar, afirman los representantes de las organizaciones.
Copias de la misiva también fueron enviadas a una docena de líderes demócratas y republicanos en el Congreso de Estados Unidos, incluyendo al senador Robert Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado y una de las principales figuras que se niegan a un mejoramiento de los nexos entre La Habana y Washington sobre la base del respeto mutuo.
También se remitió el texto a directivos del Consejo de Seguridad Nacional y del Departamento de Estado, que de alguna forma están relacionados con la revisión de la política hacia Cuba prometida por Biden durante su campaña para las presidenciales del 3 de noviembre de 2020.
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