Las carencias y daños que causa esa política limita el desarrollo de la vida de los cubanos y la concreción de sus derechos humanos.
La comunidad internacional, casi unánime, apoya desde 1991 ante la Organización de las Naciones Unidas(ONU) la resolución antillana: «Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba».
Nacionales y extranjeros reconocen los perjuicios de esa política en todos las esferas del país, que reinventa formas para continuar la obra de la Revolución y las conquistas del socialismo.
Han sido años difíciles para el pueblo cubano, de búsquedas para burlar las limitaciones de la norma unilateral que asfixia y mata.
Recientemente, el Canciller de la isla caribeña, Bruno Rodríguez, precisó a la prensa acreditada aquí algunas cifras que, entre agosto de 2021 y febrero de 2022, evidencian los efectos negativos del bloqueo.
En ese periodo, la mayor de las Antillas perdió 15 millones de dólares diarios, 454 millones mensuales y, finalmente, tres mil 806 millones de dólares en siete meses, un monto récord histórico para un período reducido.
A esto le agregó que durante los 14 primeros meses del gobierno de Joe Biden, los perjuicios ocasionados ascienden a la cifra de seis mil 364 millones de dólares. El bloqueo define la naturaleza de la política de los Estados Unidos hacia Cuba, y fue fortalecido a niveles sin precedentes bajo el gobierno del presidente Donald Trump, y que el actual mandatario norteamericano mantiene, incumpliendo con promesas de su campaña electoral.
Este 2 y 3 de noviembre, la ONU considerará por trigésima ocasión la resolución cubana contra el bloqueo, y una vez más, Cuba demostrará que tiene derecho a vivir en paz, y eso sería beneficioso para Estados Unidos y el mundo.
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