Desde el espacio consagrado al prolífero ensayista de la nación caribeña, en el casco histórico capitalino, García disertó sobre el reconocimiento de los patios devenidos espacios de socialización en ambas localidades y la emergencia de valores interfamiliares en esos escenarios, entre ellos, solidaridad y cooperación.
En declaraciones exclusivas a Prensa Latina, el experto refirió que el tema de la tesis surgió del propio Leal, tras la conformación del libro De la Ribera al Malecón, una suerte de testimonio y evidencia de principios como integración, conservación y herencia arquitectónica, avalados por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
La investigación resulta, además, un esbozo de proyecto y símil entre el patio de la calle Trueque número 4, en Córdoba, y el Palacio de las Ursulinas, construido en 1913 y diseñado por el ingeniero José Toraya, cuyos arcos de herradura y polilobulados recuerdan la fachada de la mezquita en la ciudad europea.
“Conozco a Leal desde hace muchos años. Realicé una visita a La Habana como parte de una delegación y, desde entonces, nos unió el amor por el patrimonio cultural, sumado a sus cualidades de gran conversador. Fue un gran conocedor de las costumbres cordobesas”, expresó.
De acuerdo con García, el historiador cubano apreció de manera significativa lugares emblemáticos de la urbe española, entre ellos, la mencionada mezquita-catedral; la judería, el barrio judío emplazado en su casco histórico, y la icónica Madinat Al-Zahra.
Además de La Habana, Córdoba mantiene esa condición de hermanamiento con Lahore, en Pakistán; Bujara, en Uzbekistán; Fez, en Marruecos; Damasco, en Siria; Santiago de Compostela, en España; Nuremberg, en Alemania; Nimes, en Francia, entre otras.
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