Ese pacto de gobernabilidad determinó que las presidencias de la cámara baja estarían divididas en períodos de seis meses, el primero de los cuales asumió Raúl Soto, del Partido por la Democracia, y el siguiente correspondería a Karol Cariola, del Partido Comunista (PC).
Sin embargo, voceros de la Democracia Cristiana (DC) y del Partido de la Gente (PDG) anunciaron la posibilidad de oponerse a la candidatura de Cariola bajo el pretexto de que no rechazó una querella contra el exdirector del Instituto Nacional de Derechos Humanos y apoyó la campaña a favor de un proyecto constitucional.
“En política la palabra empeñada tiene que tener un valor. ¿Y cómo se da ese valor a la palabra empeñada?. Cumpliendo los acuerdos y compromisos”, advirtió la ministra vocera del Gobierno, Camila Vallejo.
La titular llamó al Congreso a cumplir lo pactado en momentos en que hay una desconfianza generalizada hacia las instituciones, la política y los partidos.
Para la presidenta del Partido Socialista (PS), Paulina Vodanovic, aquí hay un aprovechamiento político y llamó a las bancadas a honrar su palabra.
“Esto de decir que (Karol Cariola) no va a dar estabilidad es un prejuicio que tiene que ver con que es comunista y mujer”, denunció Vodanovic, tras reafirmar el compromiso del PS con la diputada del PC.
Para el precandidato presidencial y actual alcalde de la comuna de Recoleta, Daniel Jadue, el acuerdo debe respetarse porque no hay argumento alguno para que Karol no asuma la presidencia de la cámara, más que misoginia y anticomunismo.
Mientras, la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, escribió en su cuenta de twitter que Cariola tiene capacidades demostradas y toda la legitimidad democrática para asumir ese cargo, toda vez que fue la diputada reelecta con la primera mayoría a nivel nacional.
El próximo presidente de la Cámara de Diputados debe asumir el 7 de noviembre.
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