Según Radio Mogadiscio, los fusilados habían sido condenados por cometer múltiples crímenes en esta capital.
Entre otros delitos imputados, ambos ultimaron en 2019 en Mogadiscio a dos soldados de las fuerzas gubernamentales.
Por otra parte, el pasado martes resultó ejecutado el militante de Al-Shabab Abdullahi Ali Adan, acusado de cometer un atentado con explosivos en la ciudad de Galkayo en 2018, que dejó saldo de 15 fallecidos, entre ellos un clérigo.
Tras tomar posesión de su cargo el 9 de junio pasado, el actual presidente somalí, Hassan Sheikh Mohamud, declaró la guerra total contra la formación extremista, la cual, en su opinión, siembra, con sus violentas acciones, la división y el caos en este país del extremo oriental de África.
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