Al reiniciar sus servicios de alojamiento aquí el Santiago, el empresario español lo consideró emblemático y ratificó su protagonismo en los empeños por el auge de la industria del ocio en esta porción de la geografía cubana, mediante la segmentación de mercados y la variante de circuitos.
Aludió al próximo vuelo de Iberojet, procedente de España, que reabrirá la ruta ibérica con esa línea, en correspondencia con la necesidad de un incremento en los viajes aéreos internacionales y los que conectan internamente a las provincias cubanas.
Echevarría puntualizó que son 32 los hoteles de Meliá en el archipiélago y en este recorrido de reapertura son cuatro que reabrieron puertas al cabo del lapso de interrupción por causa de la pandemia.
Confió en que seguirá aumentando el flujo de turistas al país, de lo cual son una muestra los 50 alemanes, austriacos, españoles, colombianos y cubanos que arribaron a la instalación santiaguera en la jornada de reinicio de operaciones de alojamiento.
El hotel nunca se detuvo totalmente, apuntó, porque mantuvo la realización de eventos y otros servicios a la población local, que se insertaron en el fuerte sentido de pertenencia del colectivo a la ciudad, a partir del propio nombre.
Exaltó el vínculo entrañable establecido por clientes asiduos de diversas partes del mundo, de lo cual es un ejemplo el austriaco Johann Gobwrsch, quien al llegar afirmó que estaba regresando a casa, en atención a los más de 20 años que lleva viniendo acá.
En el orden personal, el director de Meliá se confesó enamorado de Cuba, al constatar tras un año de desempeño en el cargo el cumplimiento de aquella profecía en la que 24 años atrás, cuando lo destinaron a esa misión en Costa Rica, vaticinó que él trabajaría en esta geografía caribeña.
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