Nzimbu fue el nombre escogido por el artista para bautizar su presentación en La Habana aludiendo al doble significado del vocablo que en idioma kikongo hace referencia a los cauris o caracoles, utilizados en tiempos precedentes como moneda de intercambio en su país.
Las primeras canciones interpretadas integran el repertorio del disco titulado como el recital y relacionado también con la fortuna y el acto de cantar, dos de los privilegios dados a los cubanos por intermedio del piano, la guitarra y las voces de Lema, Ballou Canta, Fredy Massamba y Rodríguez Vangama.

La segunda parte del encuentro estuvo marcada por las versiones acústicas del proyecto que mereció el insigne galardón cubano, el cual Ray recibirá durante su estancia aquí, al calor de una tierra donde dejó huellas en intercambios precedentes en 2016, 2018 y enero de 2022.

El virtuosismo del artista se reafirmó en el recital y la empatía lograda con el público, quien acompañó las melodías con palmadas y bailó siguiendo la improvisada coreografía creada por los cantantes al ritmo del piano contagioso de Lema y un emotivo coro con gritos de Viva Cuba.
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