El tema se abordó en un taller nacional realizado como antesala del Séptimo Congreso de la Sociedad Cubana de Medicina Bioenergética y Naturalista (Bionat 2022), que se desarrolla hasta el sábado en el Hotel Habana Libre con la participación de científicos y académicos provenientes de 12 países.
Entrevistada por Prensa Latina, la doctora en Ciencias Tania Valdés, jefa del Laboratorio de Teragnóstico, establecido entre el Hospital universitario Calixto García y el Centro de Aplicaciones Tecnológicas y Desarrollo Nuclear, afirmó que los resultados expuestos en el taller demostraron la seguridad y efectividad del Curmeric frente a las enfermedades respiratorias.
Explicó que desde el 2011 la entidad trabajaba en el desarrollo de productos naturales con cúrcuma en forma de cápsulas para el tratamiento de enfermedades crónicas no transmisibles, como hipertensión, diabetes, dislipidemia (colesterol y triglicéridos altos) y artritis remautoidea.
A la par, dijo, iniciábamos las investigaciones de las propiedades antimicrobianas de esta planta, aislamos cepas de bacterias de pacientes graves con enfermedades respiratorias, y cuando llegó la Covid-19 a Cuba ya teníamos un producto terminado, Curmeric, que sería utilizado inicialmente en el personal de Salud que estaría en primera línea de enfrentamiento.
En principio, dijo, también fue empleado por personal de estomatología en tres clínicas del municipio habanero de Plaza de la Revolución, luego en atención primaria de salud, y en 2021 en una intervención sanitaria masiva en Ciego de Ávila y Granma, a raíz de la alta transmisión de la variante Delta del SARS-CoV-2 en esas provincias.
La especialista informó que hoy más de 100 mil pacientes han recibido este producto que tiene tres formulaciones: gotas nasales, colutorio y solución oral en forma de jarabe.
Estamos hablando de un producto natural que tiene registro en el Instituto de Higiene y Epidemiología como suplemento, aún no como medicamento, remarcó.
Comentó que la cúrcuma se usa como alimento, pues es la base del curry, el cual se aplica como colorante, pero desde el punto de vista del tratamiento de determinadas patologías tiene propiedades antimicrobianas, antiinflamatorias y antioxidantes.
También se utiliza en padecimientos gastrointestinales, respiratorios y dermatológicos, e incluso se trabaja en investigaciones dirigidas hacia el cáncer y enfermedades neurodegenerativas, específicamente de manera preventiva para lograr un envejecimiento con calidad de vida, precisó Valdés.
El clima de Cuba es muy bueno para producir esta planta y actualmente se siembra en casi todas las provincias, y estamos estableciendo convenios con la agricultura para tener una cúrcuma de alta calidad para así obtener un producto con los atributos requeridos, refirió.
Actualmente el Curmeric es producido en el laboratorio farmacéutico Medilip, en Bayamo, provincia Granma, y se está distribuyendo a todas las farmacias del país, informó la especialista.
Valdés anunció que de esta línea Curmeric antimicrobiana están realizando investigaciones para crear dos nuevos productos: gotas óticas y cremas.
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