Por Deisy Francis Mexidor
Jefa de la Redacción Norteamérica
Una vez más, el 3 de noviembre el mundo expresó su firme oposición a una política de asfixia que dura más de seis décadas y bajo la cual nació más del 80 por ciento de la población de la isla.
Aprobada por 185 votos a favor, la oposición de Estados Unidos y su incondicional aliado Israel, y las abstenciones de Brasil y Ucrania, esta resolución se suma ahora a las 29 adoptadas cada año desde 1992, cuando comenzó este tipo de ejercicio, interrumpido solo en 2020 debido a la pandemia de la Covid-19.
Los resultados, anunciados en las grandes pizarras del plenario, reflejó una vez más la soledad de Estados Unidos y su sordera ante el reclamo de Cuba que por trigésima ocasión se escuchó en la sede del organismo multilateral en Nueva York.
Al hablar en el debate que antecedió a la votación, Rodríguez dijo que más del 80 por ciento de la población de su país nació bajo el bloqueo y advirtió que desde 2019, el Gobierno de Estados Unidos escaló el cerco contra Cuba a una dimensión más cruel e inhumana.
Durante los primeros 14 meses de la administración de Joseph Biden -apuntó-, los daños ascendieron a seis mil 364 millones de dólares, lo que equivale a una afectación de más de 15 millones de dólares diarios.
En ese sentido acotó que el bloqueo “crea las condiciones que alimentan las migraciones irregulares, desordenadas e inseguras, la dolorosa separación de familias, y contribuye al crimen de la trata de personas”.
También refirió el impacto extraterritorial de ese asedio que “lesiona la soberanía de los países de Naciones Unidas, sanciona a sus empresarios e impide el acceso a sus puertos de los barcos de terceros que atracaron en Cuba”.
El ministro de Relaciones Exteriores denunció además que en medio de la pandemia de la Covid-19, la administración Biden excluyó al pueblo cubano del alivio humanitario temporal aplicado a otras naciones.
Mientras la Covid-19 “cobraba millones de vidas en el planeta y llenaba de dolor a Cuba, el bloqueo se intensificó y generó demoras para el arribo de insumos y equipamientos médicos imprescindibles para enfrentar la pandemia, en particular para la industrialización de las vacunas cubanas”, enfatizó.
Al fundamentar su pedido del voto a favor de la resolución, Rodríguez dijo que lo hacía en “nombre del valiente, noble y digno pueblo de Cuba, que a pesar de las adversidades no ha sido ni será derrotado”.
Pero también “en nombre de nuestras niñas, niños y jóvenes que se oponen a las políticas de odio” y sufren los efectos del sistema de “medidas coercitivas más cruel y prolongado que se haya aplicado jamás contra país alguno y que debe ser abolido por el bien de todos”.
Lo acontecido en la votación durante este 77 periodo de sesiones de la Asamblea General se anticipó en las dos jornadas de amplios debates sobre el tema.
Bloques regionales y representantes de los distintos países reiteraron su postura en contra de ese cerco económico, comercial y financiero, que ha sobrevivido a 11 administraciones de la Casa Blanca.
VIOLACIÓN FLAGANTE Y SISTEMÁTICA DE LOS DERECHOS HUMANOS
«Cuba viviría mejor sin bloqueo» fue una de las frases más repetidas durante los dos días de debate en la ONU, los cuales concluyeron con la votación de la resolución que pidió el fin de esa política de medidas coercitivas unilaterales de Estados Unidos.
La mayoría de las intervenciones de representantes de países y grupos regionales en la Asamblea General destacaron el impacto del bloqueo en la isla y en medio de ello su vocación solidaria.
Pese a sufrir un inhumano bloqueo que “provoca sufrimientos y es una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos”, a juicio del embajador de Bolivia en Naciones Unidas, Diego Pary, Cuba es un ejemplo de colaboración a nivel mundial.
La representante de Honduras, Noemi Espinoza, resaltó que la nación caribeña contribuye de manera amplia, continua y solidaria con los países que lo requieran, aún cuando batalla contra la política punitiva.
Brinda asistencia técnica, ofrece becas de estudio y está dispuesta a colaborar en disimiles temas como los desastres naturales, dijo.
María del Carmen Squeff, embajadora de Argentina ante la ONU, consideró que, pese al bloqueo, Cuba mantiene su protagonismo y liderazgo en varias esferas de la cooperación y la solidaridad.
Una y otra vez, hace tres décadas, se apela al fin del bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, advirtió el embajador de Bahamas, Stan Smith, en nombre de la Comunidad del Caribe (Caricom).
También denunció la injustificada inclusión de Cuba en la lista unilateral de Washington sobre estados patrocinadores del terrorismo y señaló que esa medida multiplica las consecuencias del bloqueo.
El Grupo de los 77 más China refirió por su parte que Cuba colabora de manera constante con la comunidad internacional, sobre todo a través de la cooperación Sur-Sur, y mencionó igualmente su asistencia a otros países en el contexto de la pandemia del coronavirus.
Otro tanto hizo el Sistema de Integración Centroamericano cuando reconoció el esfuerzo cubano para desarrollar y distribuir vacunas contra el SARS-CoV-2, y el envío de las brigadas médicas Henry Reeve que asistieron a 55 estados de diferentes regiones del mundo.
Como dijera Bruno Rodríguez, millones de personas en la isla estaban atentas a esta votación en la cual los miembros de la ONU no solo estarían decidiendo un asunto de interés vital para Cuba, sino también a favor de la Carta de las Naciones Unidas, y en apoyo a la razón y la justicia.
Así, Cuba anotó una nueva victoria en su lucha contra el bloqueo de Estados Unidos al lograr el respaldo abrumador en la ONU.
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