Berlín lo vio nacer un 14 de septiembre de 1769, y desde pequeño se sintió atraído por la naturaleza, dedicándose a la colección de insectos y plantas.
Contribuyó al desarrollo de la geografía, geología, botánica, química, zoología, historia, meteorología, oceanografía, geofísica, anatomía, astronomía y la mineralogía.
Estudió las corrientes oceánicas de la costa occidental de América del Sur, conocida hoy día en su honor como corriente Humboldt; investigó los volcanes americanos y registró sus erupciones.
Fue el primero que se percató de la factibilidad del Canal de Panamá, algo que no se haría realidad hasta después de transcurrido un siglo.
Durante su periplo de cinco años por el continente americano, Humboldt visitó dos veces Cuba. La primera fue el 19 de diciembre de 1800, y permaneció hasta el 15 de marzo de 1801. En abril de 1804 arribó de nuevo a la isla, en una breve visita de apenas un mes de duración.
Las investigaciones realizadas por Humboldt sobre Cuba, ampliaron los conocimientos de la geografía, las comunicaciones, la flora, la fauna, la topografía, el clima, los suelos, el cultivo de la caña y la fabricación de azúcar.
Además, el científico alemán expuso una tesis sobre la constitución de la geología cubana, y confeccionó un mapa con mediciones exactas de la latitud de varios puertos y ciudades, entre ellas las de la de La Habana.
Fue miembro de sociedades científicas, y varios lugares geográficos recibieron su nombre, puntualizan varias fuentes consultadas.
En su honor existe la Casa Alejandro de Humboldt, situada en la céntrica calle Oficios, en La Habana Vieja, que cuenta con novedoso montaje museológico, y es visitada por nacionales y extranjeros.
También, la nación cuenta con el Parque Nacional Alejandro de Humboldt, declarado, en 2001, Sitio del Patrimonio Mundial de la Humanidad, por la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Cultura y la Educación (Unesco).
Tiene una extensión 70 mil 680 hectáreas, de las que dos mil 250 son marinas y 68 mil 430 terrestres.
Además, se encuentra la mayor red hidrográfica de la Isla y el más grande reservorio de agua pura del Caribe, donde se pueden encontrar más de mil 500 especies de la flora cubana y animales en peligro de extinción.
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