El 5 de noviembre de 1975 el gobierno cubano decidió enviar tropas al país africano ante la solicitud de ayuda del Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA), el cual se enfrentaba a una agresión externa que pretendía frustrar la independencia.
Alrededor de 300 mil cubanos intervinieron en el conflicto en el que dieron su vida más de dos mil de ellos y cuyo saldo fue también la liberación de Namibia y la eliminación del régimen del apartheid en Sudáfrica.
La operación militar, que se extendió hasta el año 1991, se denominó Carlota en homenaje a una de las esclavas que encabezaron la sublevación de esclavos del ingenio Triunvirato, de la occidental provincia de Matanzas.
El hecho histórico, que aconteció también el 5 de noviembre pero de 1843, está considerado como uno de los sucesos más importantes en el desarrollo del pensamiento antiesclavista que sentaría principios en los ideales independentistas de los cubanos durante la guerra de liberación nacional.
Con la ayuda a Angola, Cuba cumplía con un elemental deber internacionalista, según explicó el líder de la Revolución Cubana Fidel Castro el 22 de diciembre de 1975, durante la clausura del primer congreso del Partido Comunista.
Los triunfos militares de Cuito Cuanavale, Quifangondo, Cabinda, Ebo, junto a las acciones diplomáticas, determinaron que el 22 de diciembre de 1988 Cuba, Angola y Sudáfrica firmaran un acuerdo que cambió la historia del continente.
El líder sudafricano Nelson Mandela -entonces en prisión- señaló que este hecho fue un punto de giro definitivo para completar la liberación del continente, incluida la derrota al régimen del apartheid.
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