Los bombardeos de los aviones de combate de Rusia y de los lanzacohetes y artillaría del ejército de Siria coincidieron con un entrenamiento de lucha urbana que un grupo de radicales realizaba en el referido cuartel.
Moscú y Damasco intensificaron durante el último mes sus ataques contra blancos terroristas, el último fue el pasado día 17 de octubre, cuandco al menos un centenar de armados resultaron muertos o heridos tras las acciones aéreas.
En esos operativos fueron destruidos campamentos de radicales y talleres para fabricación de drones destinados a lanzar ataques contra los uniformados rusos y sirios.
El Ejército nacional logró durante sus operaciones en el 2020 liberar el 56 por ciento de Idlib, pero los radicales controlan aún menos de la mitad, donde retienen a cientos de miles de civiles como escudos humanos.
A petición de Damasco, Rusia envió en 2015 fuerzas a Siria para contribuir a la lucha contra el terrorismo, las cuales se concentran principalmente en la base aérea de Hemeimem y en la naval de Tartous, en el Mediterráneo oriental.
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