Catia Funari, delegada por el círculo de Roma, informó a Prensa Latina que, en este último día del evento, inciado el 4 de este mes en la norteña ciudad de Brescia, se aprobaron los documentos que regirán la labor de la asociación en los próximos cuatro años.
En esta jornada intervino la embajadora de Cuba en Italia, Mirta Granda, quien estuvo acompañada por la vicepresidenta primera del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), Noemí Rabaza y el director para Europa de ese organismo, Rigoberto Zarza.
Granda señaló que la historia de la solidaridad con su país “no puede ser narrada sin incluir, con letras mayúsculas, a la Anaic”, que durante más de 60 años ha demostrado que apoyar Cuba y a su revolución, “más que un compromiso, es una razón de vida”.
Con su fuerza, capacidad y tenacidad, esta asociación ha acompañado al pueblo cubano en cada momento de su historia revolucionaria, en las victorias y en los tiempos de crisis, siempre como voz de aliento y apoyo efectivo a través de campañas, donaciones, movilizaciones y otras iniciativas, enfatizó la diplomática.
La embajadora se refirió al apoyo de esta organización a la lucha contra el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba, y en demanda de la devolución del territorio ilegalmente ocupado por ese país en la Base Naval de Guantánamo.
Mucho ha hecho la Anaic hasta ahora y mucho es lo que estamos seguros continuará haciendo, expresó, y se refirió a la importancia del trabajo en las redes sociales, en la prensa, en campañas para divulgar la realidad cubana y combatir la desinformación y manipulación informativa.
Hizo alusión a la promoción de iniciativas de cooperación, “debido a que en la batalla económica también se define el futuro de la Revolución Cubana” y planteó la importancia de acciones de impacto político.
Llamó a profundizar el trabajo con los jóvenes, a promover la unidad, pues “solo en la unión hallaremos la fuerza para triunfar en estas batallas”, sumando además a la comunidad de cubanos en Italia, “a aquellos que aman y fundan”.
Este congreso que concluye, aseguró, “marca una nueva etapa que, sin dudas, se caracterizará por la profundización del apoyo de la asociación a la Revolución y al pueblo cubanos”.
Granda aseguró que “Cuba continuará siendo esa alternativa que ustedes ven como faro y como ejemplo de que un mundo mejor es posible” y que “seguiremos luchando unidos con la seguridad de que venceremos porque nos acompaña la verdad, la justicia y la virtud”.
Tras su reelección como presidente, Papacci señaló que se acerca un año difícil, y reafirmó el compromiso de responder a la confianza depositada en él por los miembros de la Anaic, para dirigir a la organización hacia nuevos logros en su solidaridad con Cuba.
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