Una nota de prensa del Ministerio de Defensa sirio informó hoy que la acción se realizó en respuesta a ataques de grupos radicales con drones y cohetes perpetrados el domingo último, y causaron la muerte de cinco uniformados mientras una niña resultó gravemente herida.
Tras una operación de monitoreo y reconocimiento, las fuerzas sirias de artillería y cohetes del Ejército sirio y cazabombarderos rusos bombardearon de forma masiva un campo de entrenamiento de los radicales, eliminado a decenas de ellos, algunos son yihadistas extranjeros, informó el comunicado.
Agregó que tras el ataque, las fuerzas sirias monitorearon los movimientos de los terroristas que huían e identificaron los sitios y cuarteles donde se refugiaron, y los atacaron con cohetes, neutralizando a varios de ellos.
Moscú y Damasco intensificaron durante el último mes sus ataques contra blancos terroristas, el último fue el pasado día 17 de octubre, cuando al menos un centenar de armados resultaron muertos o heridos tras las acciones aéreas.
En esos operativos fueron destruidos campamentos de radicales y talleres para fabricación de drones destinados a lanzar ataques contra los uniformados rusos y sirios.
El Ejército nacional logró durante sus operaciones en el 2020 liberar el 56 por ciento de Idlib, pero los radicales controlan aún menos de la mitad, donde retienen a cientos de miles de civiles como escudos humanos.
A petición de Damasco, Rusia envió en 2015 fuerzas a Siria para contribuir a la lucha contra el terrorismo, las cuales se concentran principalmente en la base aérea de Hemeimem y en la naval de Tartous, en el Mediterráneo oriental.
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