El ministerio del Interior informó que el pasado 30 de octubre los pasajeros, dejados a su suerte por los traficantes, estaban abordo de una lancha rápida inutilizada, con matrícula de Estados Unidos.
El trabajo periodístico reveló la identidad del chofer del medio naval quien fue procesado en la isla en dos ocasiones por hurto.
Rafael López, procedente de la central provincia de Villa Clara, trabajó como operador de tractor y realizaba actividades de pesca, lo que le permitió un amplio dominio de la zona donde residía.
En el año 2001 emigró ilegalmente a Estados Unidos y se estableció en Miami, Florida, donde se dedicó al tráfico de personas por vía marítima.
Según el reporte, por cada travesía ilegal, López recibió sumas que oscilan entre los 60 mil y 100 mil dólares, así como en sus operaciones traficó mujeres, niños, personas con antecedentes penales y prófugos de la justicia, incluyendo familiares y amistades.
López declaró que cargaba en lanchas rápidas diseñadas para 14 o 15 personas a más de 25 pasajeros conforme a las orientaciones que recibía de los dueños del medio naval, quienes decidían la fecha y hora de las incursiones, además de las formas de pago.
La investigación señaló que “este lanchero es el rostro de dueños de embarcaciones que operan como mafias y obtienen cientos de miles de dólares en cada operación”.
Sobre los sucesos del 30 de octubre, López explicó que iba a recibir una remuneración de 100 mil dólares por la travesía, sin embargo, al fallar los motores de la embarcación abandonó a los pasajeros, entre los que iban cuatro menores de edad.
Autoridades cubanas advirtieron recientemente sobre los peligros que entrañan las salidas ilegales de la isla, en operaciones que solo persiguen fines lucrativos y sin interés real por la vida humana.
El Gobierno de la isla ha reiterado en múltiples escenarios su compromiso con una migración ordenada y segura, y la disposición al diálogo para que un proceso que constituye un derecho humano pueda ejercerse sin obstáculos ni manipulaciones.
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