La profesora-investigadora del Instituto Tecnológico de Massachusetts, autora de Unintended Lessons of Revolution, aprovechó que hoy se cumple el tercer aniversario del golpe militar a Morales, para abordar la ayuda cubana a su Gobierno.
Recordó que desde que Morales asumió la presidencia en 2006 las condiciones de vida para la gran mayoría del pueblo boliviano mejoraron impresionantemente.
Escribió que un componente esencial fue la llegada de médicos cubanos. No era la primera vez que Cuba manifestaba este tipo de solidaridad, expresó.
La profesora señaló que en su libro Healing the Masses, Julie Feinsilver detalló cómo, en la década de 1980, arquitectos y personal médico cubano construyeron tres unidades pediátricas de cuidados intensivos en Bolivia, entregándolas completamente equipadas, y vendió medicamentos a un precio 10 veces menor que las trasnacionales.
El internacionalismo médico cubano, dijo, se intensificó con la llegada de Morales a la presidencia y bajo el marco de la Alianza Bolivariana para las Américas.
Padilla citó que en el libro Healthcare without Borders, John Kirk da una idea de su alcance y dimensión: entre 2006 y 2013 arribaron de Cuba 816 médicos, 305 técnicos de salud, 68 para apoyo y 19 dentistas destinados a las áreas más pobres donde atendieron a 22,3 por ciento de la población boliviana.
Además, bajo la Operación Milagro, se les devolvió la vista a 632 mil 87 personas. En este periodo llegaron 265 profesores de medicina cubana a dar capacitación en 191 clínicas bolivianas.
También había tres mil 800 médicos bolivianos formados en Cuba y cuatro mil 302 cursando carreras de medicina gratuitamente en la Escuela Latinoamericana de Medicina en La Habana, señala la profesora.
Esta colaboración continuó durante el tercer mandato de Morales hasta que en 2019 dieron el golpe de Estado, cuyos autores añadieron a su campaña racista antiindígena, una fuerte xenofobia anticubana, denunció Padilla.
En los días en que se gestó el golpe, elementos del Ejército y de la Policía catearon las residencias de los brigadistas cubanos denigrándolos, apuntándoles con armas y desnudando a las mujeres, recordó.
En octubre de 2020 el golpe fue revertido con la elección de Luis Arce, del Movimiento al Socialismo, pero a pesar de su abrumadora victoria, la derecha no abandonó sus intentos por sabotear la democracia.
En Bolivia, como en otros países latinoamericanos con gobiernos de izquierda, las fuerzas de la reacción siguen fuertes y cuentan con un aliado imperial, terminó la investigadora con esa advertencia.
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