En su cuenta oficial en Twitter, denunció que durante la administración de Donald Trump se amplió ese cerco, incluso, en época de pandemia, y reclamó que como la Covid-19 y las medidas coercitivas siguen activas, no más bloqueo.
Malmierca ha enfatizado en varios foros internacionales que Cuba se enfrenta a un cerco recrudecido sin precedentes, con serias afectaciones al comercio exterior cubano, sobre todo, las exportaciones de bienes y servicios y las importaciones de materias primas, alimentos e insumos para el desarrollo de la industria.
Como consecuencia de la pandemia se desató una crisis multisectorial de gran envergadura a nivel global, agravada por guerras comerciales y medidas coercitivas unilaterales violatorias del Derecho Internacional.
De acuerdo con el último informe sobre los daños ocasionados por la política de Washington, en el periodo de abril de 2019 a marzo de 2020 las pérdidas en el comercio exterior por ese concepto ascendieron a más de tres mil millones de dólares.
Solo la imposibilidad de acceder al mercado estadounidense tuvo un costo superior a los 131 millones de dólares, a lo que se unen los perjuicios por la prohibición de utilizar la moneda de ese país en las transacciones internacionales.
Cuba enfrenta además las consecuencias negativas de la utilización de intermediarios comerciales, con el consecuente encarecimiento de las mercancías y los sobrecostos por fletes y seguros, que se deben pagar por la reubicación geográfica del comercio hacia regiones más lejanas.
El rechazo al bloqueo y el reclamo de poner fin a las medidas coercitivas unilaterales y sin mandato internacional impuestas por la Casa Blanca a la nación caribeña, crece en todo el mundo con acciones de organizaciones, simpatizantes del pueblo de la isla, parlamentarios, académicos y cubanos residentes en el exterior.
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