Desde fines de la semana pasada el Ejército congolés inició una ofensiva para desalojar al M23 de las posiciones que ocupa en el oriente de la nación, incluido un bombardeo masivo aéreo y artillero la víspera.
Sin embargo, reportes desde el teatro de operaciones mencionan un éxodo masivo hacia la ciudad de Goma de residentes en la localidad de Kibumba por avances del M23, integrado por congoleses de la etnia tutsi.
En contrapartida, el general Constant Ndima, gobernador de la provincia de Kivu Norte (este), aseguró que las tropas gubernamentales “registran éxitos en la zona de operaciones y contienen al enemigo en las alturas de Kibumba” y pidió a la población que prosigan con normalidad sus actividades cotidianas.
Por su parte, el expresidente keniano Uhuru Kenyatta, de visita en la zona de los combates reiteró su exhortación a los contrincantes a detener las operaciones.
Las personas están siendo desplazadas en su propio país y les digo que al margen de nuestras diferencias, detengamos esta guerra, subrayó Kenyatta, designado mediador entre los contrincantes por la Comunidad del este de África.
La RDC acusa a Ruanda, su vecino del norte, de apoyar a los insurgentes para crear una zona fuera de la ley en el este del país con el fin de adueñarse de sus vastos recursos minerales.
El gobierno ruandés refutó la alegación y retó a las autoridades congolesas a presentar prueba de sus acusaciones.
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