Se trata de Dahysmer Hernández y Ana Mary Cebrián, estudiantes de onceno y doce grado del IPVC Máximo Gómez, de esta ciudad, quienes comentaron a Prensa Latina sobre los recién celebrados eventos.
En el caso de Hernández de 17 años, quien ganó la medalla de plata en la Olimpiada Iberoamericana en México, explicó la importancia para definir su futuro que tuvo este tipo de encuentro.
“El concurso ha sido parte importante en mi vida. Nos prepara para el futuro. He hecho amistades de todas las provincias, muchachos que sienten la misma pasión por la química”, expresó.
Confesó además que el amor por la química le llega desde la etapa como estudiante de secundaria básica. “Era monitor y hacía ejercicios de experimentos junto a profesores”, manifestó.
Consideró también que la incursión en la Olimpiada docente “nos prepara para la vida, ahora sé que no quiero estudiar Bioquímica sino Química Pura, en La Universidad de La Habana”, concluyó.
En el caso de Cebrián, de 16 años, opinó que “es muy divertido y emocionante desde la competición en Cuba, hasta fuera del país. En Cuba hay mucha rivalidad en los concursos entre los equipos de provincia”.
Aporte considerable en sus perspectivas docentes, “el concurso es la base de mi formación vocacional, pretendo estudiar Bioquímica en la Universidad de La Habana”.
Ambos estudiantes son del criterio de que independientemente de las individualidades, “ trabajar en equipo ha sido una experiencia que se siente como en familia”, argumentó la joven estudiante camagüeyana.
“Mi familia con la premiación del evento se sintió muy emocionada porque se transmitió online, eso me puso orgullosa de mi provincia y mi país”, concluyó.
La clave en estos alumnos con tanto talento también pasa por un colectivo de entrenadores que los alista en la preselección, justo antes de los torneos científicos escolares.
Con un cuarto de siglo en estos menesteres, Julio Antonio Rodríguez, es entrenador de estos alumnos para concursar en eventos nacionales y en el exterior.
“Para mí entrenar es lo más grande como profesor. Es un reto ser entrenador de estudiantes tan talentosos, pues lo preguntan todo y hay que buscar la mejor bibliografía. Estoy enamorado porque veo los resultados”, argumentó.
El académico, también profesor del Instituto Politécnico Vocacional de Camagüey, subrayó que el vínculo con la teoría y la práctica obliga a estar preparados.
Cuba deposita en la nueva generación estudiantil todas sus esperanzas científicas, en un país que requiere de la misma para fomentar el futuro, basado en el desarrollo de las investigaciones, sostienen expertos.
Solo en la historia de las Olimpiadas Iberoamericana de Química, la nación caribeña ha obtenido 46 medallas: 17 de oro, 26 plateadas, tres bronceadas y una mención.
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