En el debate general de la 27 Conferencia de Estados partes de la Convención, instalada en el centro World Forum de La Haya, la diplomática recordó que el artículo XI del instrumento llama a no obstaculizar el desarrollo económico y tecnológico de los firmantes, ni la cooperación internacional en las actividades químicas con fines pacíficos.
El bloqueo económico, comercial y financiero de Washington, una política aplicada por más de 60 años y con un alcance extraterritorial, incumple esos elementos, subrayó.
Pino mencionó en particular las limitaciones y obstáculos que el cerco representa para el desarrollo y el intercambio de conocimientos científicos y de sustancias químicas y equipos para los propósitos que establece la Convención, entre ellos el uso industrial, agrícola, médico, farmacéutico e investigativo.
La embajadora cubana aprovechó su intervención en la conferencia para ratificar la postura de la nación antillana a favor de la eliminación total de las armas químicas, al igual que del resto de los artefactos de destrucción en masa.
En ese sentido, abogó por el perfeccionamiento de los métodos de trabajo y la observancia de los procedimientos vigentes por los órganos de toma de decisiones, de conformidad con lo dispuesto en la Convención, un instrumento firmado en París en 1993, el cual entró en vigor cuatro años después.
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