Durante su intervención virtual en la reunión del Consejo Supremo Euroasiático, con sede en Bishkek, República Kirguisa, el mandatario refirió que, hasta la fecha, los renglones de posible cooperación identificados son: exploración y explotación de hidrocarburos, energía e industria biofarmacéutica.
También mencionó la sideromecánica, agricultura, turismo y transporte y ratificó la necesidad de Cuba de incentivar el comercio de bienes y servicios, sobre todo, la exportación de productos, a partir de la oferta nacional y de una colaboración mutuamente ventajosa.
Díaz-Canel puntualizó, asimismo, la voluntad de consolidar las relaciones con el grupo, desde el conocimiento de sus oportunidades de negocios, si bien en los últimos dos años acontece un acelerado ritmo de integración y mayor eficacia de los mercados de bienes, servicios y capitales.
De igual manera, señaló que la isla, además del adverso ambiente global, vertiginosos procesos de cambio y crisis, enfrenta la agresión del bloqueo económico, comercial y financiero y de otras medidas coercitivas unilaterales, violatorias del Derecho Internacional y la Carta de la ONU.
Agradeció enfáticamente el respaldo de las naciones miembros de la Unión que expresaron su voto, en noviembre último en la Asamblea General, para el cese de esa criminal política impuesta por Estados Unidos desde hace más de seis décadas.
El presidente recordó las jornadas de la recién concluida edición 38 de la Feria Internacional de La Habana, la mayor de su tipo en el Caribe, con la asistencia de empresas de 62 países y una significativa presencia del empresariado ruso, desde un pabellón dedicado al territorio euroasiático.
El jefe de Estado invitó a los hombres y mujeres de negocios del sector turístico de los países miembros de la UEEA a la realización, en mayo próximo, de la Feria Internacional de Turismo, con sede en La Habana, Ciudad Maravilla, y dedicada al patrimonio cultural.
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