Lourdes Pérez Navarro*
Una enfermedad rara
La viruela símica, calificada por los expertos como una enfermedad rara, es una zoonosis vírica (provocada por virus transmitido de los animales a las personas) que produce síntomas parecidos a los que se observaban en los pacientes de viruela en el pasado, aunque menos graves.
En 1970 se detectó por primera vez en los seres humanos en la República Democrática del Congo a un niño de nueve años, en una región en la que la viruela se había erradicado en 1968.
Desde entonces, la mayoría de los casos se han notificado en regiones rurales de bosques tropicales de la cuenca del río Congo, y de forma creciente cada vez más casos humanos en toda África central y occidental.
El padecimiento es endémico en Benín, Camerún, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Gabón, Costa de Marfil, Liberia, Nigeria, República del Congo, Sierra Leona y el Sudán del Sur.
Con la erradicación de la viruela en 1980 a escala global y el posterior cese de la vacunación contra este padecimiento, la Mpox se ha convertido en el ortopoxvirus más importante para la salud pública.
La viruela símica se transmite al ser humano por contacto estrecho con una persona o animal infectados, con lesiones, líquidos corporales, gotículas respiratorias y materiales contaminados como la ropa de cama.
Los signos clínicos suelen ser fiebre, erupción cutánea e inflamación de los ganglios linfáticos, y puede provocar una variedad de complicaciones médicas.
Aunque en la mayor cantidad de los brotes actuales se presenta con síntomas leves, el virus de la viruela del mono puede causar una enfermedad grave en ciertos grupos de población (niños pequeños, mujeres embarazadas y personas inmunodeprimidas).
Datos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran que hasta el cierre de noviembre de este año se reportaron 81 mil 608 casos confirmados de Mpox en 110 países y 59 fallecidos.
De acuerdo con esa fuente la mayoría de los casos registrados en el onceno mes proviene de la región de las Américas (92,4 por ciento) y de Europa (5,8 puntos porcentuales).
Los 10 países más afectados a nivel mundial son: Estados Unidos, Brasil, España, Francia, Colombia, Reino Unido, Alemania, Perú, México y Canadá, que juntos representan el 86 por ciento de los enfermos notificados a nivel global.
Con excepción de los países de África occidental y central, el brote actual afecta principalmente a hombres que tienen relaciones sexuales con hombres quienes informaron haber tenido contacto con una o varias parejas.
En este contexto la OMS evaluó de alto el riesgo en la región de las Américas, de moderado en África, Mediterráneo Oriental, Europa y Asia Sudoriental, y de bajo en el Pacífico Occidental.
Se busca el origen La OMS advirtió que el mundo se enfrenta a un brote de hepatitis de origen desconocido que afecta a los menores de 16 años, situación que en los últimos meses ha centrado la atención pediátrica de medio mundo.
Se han barajado diversas hipótesis, desde la implicación de adenovirus hasta secuelas de la infección por el virus SARS-CoV-2 causante de la Covid-19, pero lo cierto es que aún se desconoce a ciencia cierta qué la provoca.
Todo empezó el 5 de abril de 2022, cuando Reino Unido alertó a la comunidad internacional del aumento de este padecimiento en niños previamente sanos.
Desde entonces las cifras van en alza y para inicios de julio se habían reportado mil 10 casos, con numerosos trasplantes de hígado y 22 muertes en 35 países. Los síntomas notificados con mayor frecuencia son malestar general, vómitos, fiebre, dolor abdominal, ictericia (coloración amarilla de la piel), diarrea, síntomas respiratorios y erupción cutánea.
Para su prevención y control las autoridades recomiendan tomar medidas como lavarse las manos frecuentemente, evitar los espacios concurridos y mantener la distancia con los demás, garantizar una buena ventilación cuando se está en el interior, beber agua segura, cocinar bien los alimentos y buscar atención médica ante la aparición de los síntomas.
Ébola y cólera azotan nuevamente
Entre las enfermedades reemergentes en 2022 están el ébola y el cólera.
El ébola fue detectado por primera vez en 1976 en una aldea cercana al río homónimo en la entonces Zaire, hoy República Democrática del Congo, y se ha registrado principalmente en distintas zonas de África.
El virus es traspasado al ser humano por animales salvajes y se propaga en las poblaciones por transmisión de persona a persona.
Los brotes tienen una tasa de letalidad de aproximadamente 50 por ciento.
Los síntomas iniciales de esta enfermedad infecciosa grave incluyen: fiebre, dolores de cabeza intenso, de garganta, musculares y en las articulaciones, además de debilidad aguda, a los que, en un estadio avanzado, se suman diarreas, vómitos, dolor de estómago, sangrado inexplicable y hematomas.
Uno de los más recientes brotes se registró en septiembre en Uganda donde, según informó el Ministerio de Salud de esta nación africana a inicios de diciembre- cuando se dio el alta al último paciente infectado conocido- se confirmaron 140 casos y 56 fallecidos.
Por su parte el cólera, enfermedad diarreica aguda causada por la ingestión de alimentos o agua contaminados con el bacilo Vibrio cholerae, continúa siendo una amenaza mundial para la salud pública y un indicador de inequidad y falta de desarrollo social.
La mayoría de los infectados por este virus no presentan síntomas; sin embargo, la bacteria está presente en sus heces durante los 10 días siguientes a la infección y vuelve al medio ambiente, con el consiguiente riesgo de contagio de otros.
En tanto, los casos sintomáticos muestran señales leves o moderadas y solo una minoría presenta diarrea acuosa aguda con deshidratación grave, que puede ser letal si no se trata.
A lo largo del siglo XIX el cólera se propagó por el mundo desde su reservorio original en el delta del Ganges, en la India, y pandemias posteriores mataron a millones de personas en todos los continentes, siendo hoy endémico en muchos países.
En Haití, por ejemplo, en los meses de octubre y noviembre se confirmaron mil tres enfermos con esta dolencia y murieron por esta causa 223, en tanto el Ministerio de Salud y Población contabilizó en más de 11 mil los sospechosos de portar el mal.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia advirtió que en esa nación caribeña dos de cada cinco enfermos de cólera son niños, y la mayoría reside en zonas afectadas por una creciente crisis nutricional.
En estos contextos, la OMS insta a los gobiernos, organismos y a la población a adoptar e implementar de manera extensiva las medidas necesarias y dedicar todos los recursos disponibles para enfrentar, prevenir y erradicar estos flagelos que cada año cobran miles de vidas.rm
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*Periodista de la redacción de Ciencia y Técnica de Prensa Latina.