El espectáculo, enclavado en la Cuba colonial de 1830, obtuvo la ovación del público de Andorra que, durante dos jornadas, asistió a la muestra en medio de las restricciones provocadas por la Covid-19.
Con sede en el Auditori Claror- Sant Julià de Lòria, la puesta en escena formó parte de la colaboración entre el Teatro Lírico de La Habana y la asociación lírica andorrana.
Asimismo, la producción sumó la dirección escénica de Federico Figueroa, el diseño escenográfico de Antonio Bartolo y la dirección musical de Yhovani Duarte, quien dirige la Orquesta del Teatro Lírico de La Habana.
Participaron, además, el Coro Adulto y Joven de la Ópera de Andorra, el Coro de jóvenes del Colegio de Sant Ermengol y la compañía de danza dEsbart Laurèdia, las cuales imprimieron entusiasmo y presencia escénica a la obra, refirió la publicación.
Durante la presentación, la soprano y presidenta de Associación Andorra Lírica, Jonaina Salvador, agradeció al personal de salud cubano la ayuda médica a su país natal en el enfrantamiento a la pandemia.
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