El evento estuvo dedicado a la memoria de Manuel Romero Falcó y al resto de los fundadores en 1952. Su nombre surge durante una de sus primeras incursiones a Boca de Samá, pequeño poblado de Holguín, en el oriente cubano.
Según explicó Olmo el proyecto inicial lo componían amigos y familiares interesados en estudiar la zona por su cercanía al mar y al sitio arqueológico Chorro de Maíta, en Banes, con evidencias de todas las formas de enterramiento halladas en Cuba y el Caribe.
Por su parte Abel Hernández, presidente de la filial provincial de la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre, destacó los aportes de Samá en el territorio espirituano y en provincias del centro del país.
Entre las contribuciones más significativos está el descubrimiento de la estalagmita más alta del mundo en la cueva de Caja de Agua, en los limites de Sancti Spiritus y Cienfuegos y las primeras evidencias en Domo Zaza, considerado el sitio paleontológico más relevante del área del Caribe, entre otras aportaciones a las ciencias naturales y la arqueología.
Además han estudiado más de 90 sitios arqueológicos en la región central, donde sobresale la localización de la Caverna Furnia de los Perros, la cueva cársica más alta, en el Macizo de Guamuhaya –Escambray-, con unos mil 29 metros sobre el nivel del mar.
Además, la ubicación de una planta carnívora que por su tamaño y capacidad solo puede comer pequeños insectos, y de nuevos tipos de arañas que habitan en cavernas de la cordillera mencionada.
También se anotaron, hace apenas nueve años, la localización exacta del sitio fundacional de la villa del Espíritu Santo, en Polo Viejo, cerca del río Tuinucú, a unos siete kilómetros del actual asentamiento de Sancti Spíritus a la orilla del río Yayabo.
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